Tití
Felipe Matías Velasco
Te miro, te comparo,
apenas la mitad de mi puño…¡qué
grande eres!
piquillo de oro que se abre
en intervalos
para hechizarme.
notas que emanan del
instrumento
maravilloso de plumas grises
y blancas;
vuelas muy alto…¡largas
distancias!
besando el viento subes al
cielo
cerca de Dios,
¿y yo? acá en la tierra,
donde florecen
guerras y envidias.
Donde la brisa consigo trae,
ya no perfume
de madreselva. Tan sólo ayes de gran dolor,
¡oh, pobre humano!
El prisionero de normas,
leyes y protocolos que a
diario muere,
pero revive con la plegaria…¡santa
ambición!
¿Y tú? ¡Complemento del aire!
¡Libres los dos!
Por eso te miro…te comparo.
¡Qué grande eres!
y que pequeño, yo.
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