viernes, 23 de marzo de 2012

A volar sarapico...


¡Ya viene el tiempo otoñal!
la abuela me lo anunciaba
¡octubre y su vendaval
el tiempo que yo esperaba!
A_volar_sarapico

A prepar los aperos
con infantil devoción
chantajeando al viejo abuelo
con un flamante “tostón”.

Lo primero: mi carrate
con hilo de doble cero,
mis dos varillas de otate
también engrudo casero.

Y a la tienda de la esquina
a “tumbos” y “tarampico”,
a comprar papel de china
y a forrar mi sarapico.

El sueño de tanto tiempo
convertido en realidad,
por las calles y en el campo
mi sarapico volar.

Contra el viento a correr
sin dejar de observarlo,
¡y zácale! ¡qué joder!
que reboto contra un palo.

¡Allá viene la cosecha!
capulines de a montón,
y yo en la ceja derecha
un tremendo chipotón.

Y siguió mi mala suerte
quizá por mi distracción,
que azota una racha fuerte
de un cocuite se trabó.

Arriba niño…¡al rescate!
panal de avispas hallé,
y picado cual metate
de aquél árbol me bajé.

Pero mi juguete amado
fue anestesia a mi dolor,
aunque medio atarantado
reanudé aquella labor.

¡Y ya se eleva zumbando
la melena sacudiendo!
mientras yo abajo creyendo
que a la luna va llegando.

Lo contemplo orgulloso
allá en el cielo infinito,
cual pájaro el más hermoso,
mi sencillo sarapico.

Pero dando una rabiada
el hilo se reventó,
aquella ilusión dorada
por el aire se esfumó.

Y lloré…
y sigue llorando
el niño que adentro llevo
al concluir, comparando,
que ahora yo soy quien vuelo.

A veces voy para arriba
otras tantas de picada,
y cuando Dios lo decida,
también daré “la rabiada”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Noches de Tuxtepec